Cómo formarse más allá de un título oficial

19 dic 2012 0 comentarios




Si decidiste lanzarte al mundo de la formación reglada o si piensas hacerlo en un futuro, adelante. Cuestionar el papel de las titulaciones oficiales u otras formaciones no implica que dejen de ser una buena fuente de conocimiento. A pesar del fin del mito de la educación universitaria, éstas siguen teniendo un importante papel como generadoras de conocimiento al servicio de la sociedad. Sin embargo, es necesario concienciar de la existencia de otras posibilidades cuyos resultados también pueden ser buenos. La base fundamental es que ninguna de las soluciones es excluyente. La idea es lograr abrir el abanico de opciones para que el aprendizaje y la calidad de nuestra formación sea cada vez mejor. ¿No sabes por dónde empezar? Aquí tienes algunas ideas:

  • Asegúrate de que sabes lo que quieres. Plantearte unos objetivos en tu búsqueda de información y aprendizaje es básico para que consigas resultados. Pregúntate acerca de cuáles son tus habilidades, talentos y aquello a lo que dedicas tu tiempo sin importarte cuánto sea.

  • Aprovecha las posibilidades de acceso a la información. Los conocimientos son fácilmente accesibles por vías muy diversas: libros, charlas, workshops, vídeos, ... Internet es una fuente casi infinita de información, la cuestión es saber qué quieres encontrar.

  • La red también es un escaparate infinito para tus trabajos. Demuestra lo que puedes hacer sin esperar que alguien te dé la oportunidad, ya tienes acceso a una masa crítica de gente que puede orientarte y con la que compartir experiencias. Utiliza las redes sociales para hacer visible tu trabajo y escucha a aquellos que saben más.

  • Colabora con gente que trabaje en el mismo campo que tú. ¿Conoces la idea de coopetencia?  Ponla en práctica. Si los demás no valoran tu trabajo como te gustaría, pregúntate qué estás haciendo bien y qué podrías mejorar y a partir de ahí, hazlo aún mejor.

  • No regales tu trabajo a los demás, a menos que quieras hacerlo. Comparte tus conocimientos, sé generoso y los demás serán generosos contigo, pero no dejes que se aprovechen de ti. Tu trabajo es valioso, no menosprecies lo que haces.

  • Tú puedes ser tu mejor crítico. Dedica un tiempo a conocerte, igual que esperas que los demás hagan. Organiza tus ideas y plantea tus objetivos, a partir de ahí hasta donde llegues depende de ti más de lo que crees.

  • Enriquécete con cada experiencia a la que tengas acceso independientemente de que al final te den un papel o no que lo certifique. Los papeles se deterioran con el tiempo, los aprendizajes se enriquecen cada día.

  • Gestiona bien tus recursos. A priori, no solemos tener reticencias a la hora de pagar cursos con precios desorbitados porque los vemos como una inversión, pero sí por ejemplo en materiales o complementos que pueden servirnos de ayuda. Plantéate cuál es la alternativa que más te conviene y si hay otras formas de conseguir los mismos resultados optimizando recursos. Y no sólo recursos económicos: tu esfuerzo, tu tiempo y tu felicidad (por muy naif que suene), también son importantes y debes pensar qué costes puede tener también en estos ámbitos.

  • Dedica el tiempo que quieras a los temas que te interesen. Puede parecer arriesgado pero si realmente disfrutas con lo que haces, dedicarás más tiempo del que podrías pensar de antemano. La productividad nace del que disfruta con lo que hace y le dedica su tiempo.

La formación no oficial, el conocido como autoaprendizaje aún no goza de mucho reconocimiento, y desgraciadamente la lista de títulos oficiales en que se han convertido los currículums hoy en día tampoco ayuda. Sin embargo, sí está en nuestra mano darnos a conocer por lo que podemos llegar a hacer, por demostrar nuestros conocimientos y habilidades más que por los títulos que guardemos en el cajón. Lo importante es que comprendamos que los títulos oficiales no son siempre la solución.




Imagen: B.Riordan.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Vanesa Bravo | ©Copyright 2011 Procrastination Life