Por qué dejar las cosas para el último momento no te beneficia

Llámalo postergar, procrastinar o simplemente perder el tiempo pero todas ellas son igualmente negativas para tu productividad y lo que es más importante para ti mismo.

Dedicar un tiempo a aquello que te gusta no es procrastinar, utilizar tu tiempo en cosas que no te aportan nada sí es perder el tiempo.

A menudo cuando tratamos de emprender una tarea, acabamos retrasándola hasta un punto en que se convierte en inevitable. Los plazos de entrega o cumplimiento se nos vienen encima y caemos en un estado de estrés nada agradable. Podría parecer que mientras llega ese último momento de trabajo utilizamos nuestro tiempo en otras tareas que preferimos, pero no es así. Nos mantenemos en un estado de intranquilidad y estrés constante porque nos reprochamos no estar haciendo lo que deberíamos hacer pero tampoco nos permitimos comenzar otras tareas productivas más agradables. Algo así como un sentimiento de reproche autoinducido que nos coloca en una situación de bloqueo constante de la que difícilmente podemos salir. Para ello, debemos de romper alguno de nuestros esquemas mentales y valorar nuestro tiempo porque como se dice comúnmente “el tiempo es oro”.

• No dejes de lado las cosas que quieres hacer: Al hablar de tiempo productivo parece que nos referimos a la necesidad de dedicar todo nuestro tiempo al trabajo y olvidar los momentos de ocio. Sin embargo, éste es uno de los errores más importantes a la hora de mejorar nuestra organización. El tiempo de ocio no sólo debe considerarse sino que es imprescindible. Emplear un tiempo (y una importante parte de él) a aquello que nos gusta pude ser la fuente principal de motivación para conseguir el éxito en lo que nos importa.

• Olvida el remordimiento: Todos hemos sentido esa sensación de tener que estar haciendo otra cosa, pero sin embargo no nos conseguimos poner a ella. Organizar nuestro tiempo en espacios de trabajoy productividad realmente aprovechados puede ayudarnos a no alargar las tareas más de lo requerido y además poder utilizar todo los momentos restantes a aquello que realmente queremos. Porque, a quién no le ha pasado tener unas ganas irremediables de hacer mil cosas diferentes cuando estamos en medio de una tarea que llevábamos tiempo aplazando.
  Aumentar la productividad implica poder dedicar parte de nuestro tiempo a todas esas cosas y además mejorar los resultados en los proyectos que emprendamos. Suena bien, ¿verdad?

• Pasa del pseudo trabajo a la productividad: Uno de los grandes mitos que poco a poco comienzan a dejarse atrás es que la productividad es proporcional a la cantidad de tiempo empleada. Es importante comenzar a valorar más la calidad del tiempo empleado que las horas que dediquemos a ello porque si conseguimos alcanzar un estado de concentración suficiente en la tarea podemos conseguir mejores resultados que si vamos llevando a cabo la tarea en momentos de lo que podríamos llamar pseudo trabajo, ese estado de baja concentración en que las tareas fluyen lentamente.
  Esto no quiere decir que por no estar suficientemente concentrados aplacemos la tarea continuamente. Con una combinación de compromiso y organización podemos conseguir esos espacios cortos de tiempo en que nuestra atención está totalmente enfocada a la tarea y dedicar el tiempo restante a otras cosas que requieran menos concentración y que igualmente podemos aprovechar.
  
  
• Trabaja tu capacidad de concentración: La atención es una de las claves para mejorar los resultados de tus proyectos y aumentar la productividad. Por suerte, la atención es una de esas cosas que podemos trabajar para sacarle el máximo partido. Iremos ampliado el tema pero para empezar puedes usar este truco: Planifica una tarea agradable después de aquella que requiere tu máxima atención y a ser posible que tenga un horario de comienzo. Si quieres llegar a tiempo a esta actividad tendrás que obligarte a cumplir con la primera y en un plazo concreto. Eso sí, debes comprometerte en conseguir un buen resultado.

Nadie mejor que tú sabe que dejar las cosas para el último momento no te beneficia. Piensa que ventajas e inconvenientes te supone dejar esa tarea para mañana y sobretodo, en qué estás empleando tu tiempo hasta ese momento y a partir de ahí decide.

Imagen vía: Arquitectura en construcción