Plantearse objetivos a largo plazo es positivo. Generamos expectativas, ilusión y ganas de emprender estos nuevos proyectos. Pero, ¿por qué acabamos abandonándolos?
Es obvio que en algunas ocasiones encontraremos otra opción mejor o decidiremos emprender otro camino, pero no nos engañemos, no suele ser la opción más habitual. En la mayoría de los casos, no conseguir los objetivos en un corto periodo de tiempo, la frustación que conlleva o simplemente la reducción de la motivación inicial, llena nuestros cajones de proyectos inacabados.
Si realmente queremos llevar a cabo ese proyecto que nos ilusiona y que tenemos pendiente desde hace tiempo, ¿qué debemos hacer?
Estas son algunas de las cosas que he aprendido de mi experiencia ensayo-error en múltiples proyectos frustrados:
Las soluciones mágicas no existen
Una de las primeras cosas que debes tener en cuenta es ésta, no vas a encontrar una fórmula mágica que te lleve al éxito inmediato y sin esfuerzo (Por favor, si la encuentras, ponte en contacto conmigo). Desconfía de cualquier anuncio, información o comentario del tipo “Consigue tus objetivos sin esfuerzo ya”, la mayoría de las veces resultará ser un timo (económico y/o emocional) y sólo conseguirá apartarte del trabajo diario que te llevará a conseguir lo que buscas o lo que es peor, te apartará definitivamente por culpa de la frustración acumulada. El “esfuerzo” es una de esas palabras que nos produce urticaria cada vez que la oímos, pero, si estamos dispuestos a hacer una inversión suficiente (no necesariamente económica) y eficiente, optimizaremos los resultados sin que se convierta en una tarea imposible.
Te equivocarás una y mil veces
Hay que ser conscientes de ésto antes de empezar. Te equivocarás y tendrás que volver a comenzar las mismas tareas una y otra vez, deberás recalcular tus previsiones o incluso es posible que tengas que reformular tu proyecto (sea del tipo que sea) más de una vez. La única opción para no equivocarse es no intentarlo, pero así es obvio que no lo vamos a conseguir. Entonces, ¿por qué no probar?
Hay que ser conscientes de ésto antes de empezar. Te equivocarás y tendrás que volver a comenzar las mismas tareas una y otra vez, deberás recalcular tus previsiones o incluso es posible que tengas que reformular tu proyecto (sea del tipo que sea) más de una vez. La única opción para no equivocarse es no intentarlo, pero así es obvio que no lo vamos a conseguir. Entonces, ¿por qué no probar?
Aún hay esperanzas para ti
Después de los puntos anteriores espero que tu motivación siga intacta, en caso contrario, un poco de ánimo: Aún es posible conseguirlo.
A pesar de que no existan soluciones milagrosas y de que el proceso no sea tan sencillo como quisiéramos, podemos seguir algunos consejos u orientaciones prácticas que nos ayuden a hacer el camino lo más recto posible.
Deja de postergar y empieza a trabajar en tu proyecto
Bueno, puedes acabar estos últimos puntos, pero deja de buscar enormes cantidades de información, testimonios, experiencias o consejos de gente que ha conseguido lo que quería. Deja de mirar Facebook, Twitter o tu bandeja de entrada de mail, esperando precisamente la entrada de la oportunidad de tu vida y sal (puede ser literalmente o no) a buscarla.
Un adelanto de cómo conseguir tus objetivos a largo plazo
Comienza a pensar en tu proyecto, pero ya no como una idea utópica sino como unos objetivos concretos y alcanzables. Anota todo lo que tenga que ver con ideas, planes, objetivos, ya tendrás tiempo para descartarlas después.
Cuanta mayor cantidad de ideas anotes y más específico seas, más probabilidad de encontrar opciones variadas tendrás. No tengas prisa, tómate tu tiempo. Puede que al principio sólo aparezcan ideas vagas, generales o incluso que no tengan relación pero cuanto más tiempo dediques a pensar sobre ello (siempre pon un límite, que en algún momento habrá que pasar a la acción) más relaciones encontrarás entre las ideas y más útiles serán después. Trata de encontrar una idea que defina de la mejor forma posible qué es lo que quieres conseguir. Será tu punto de partida.
Éste es el primer paso, sencillo ¿verdad? Sal a buscar tu idea o proyecto, a partir de aquí veremos cómo construir un plan para conseguirlo.
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