5 errores comunes en la búsqueda de empleo

Ayer comentaba algunas estrategias para salir de los momentos de bloqueo. Unos de los bloqueos más habituales que se producen actualmente, son debidos a la pérdida del empleo.

Esta situación, tan habitual hoy en día, supone una ruptura radical a nivel ya no sólo económico sino también a nivel psicológico y en algo tan básico como es la organización del tiempo.

Si no es tu caso, quizás veas este artículo con cierta distancia, pero seguro que conoces a alguien en estas circunstancias.

Dar soluciones para este caso concreto es complejo ya que ni todas las situaciones son iguales ni todos los sectores lo sufren e igual medida. Sin embargo, es complicado escapar de los “deberías” que comenzarás a escuchar por todos los frentes. En este caso no vamos a hablar de qué debes hacer para conseguir un nuevo empleo, sino de los errores más habituales en la búsqueda del mismo.

Puedes estar más o menos de acuerdo con ellos, pero ya sabes que la decisión final de aplicarlo o no siempre es tuya:

1. Copiar: El primer error es repetir las mismas estrategias que lleva a cabo todo el mundo. No existe la receta para conseguir empleo, si no por qué crees que las cifras de parados aumentan cada día más. Hay más gente como tú y si a ellos no les han funcionado ya las mismas estrategias y “deberías” que no dejas de oír, qué te hace pensar que a ti sí.
   Una de las claves para encontrar empleo en una situación así es diferenciarse, ya sea por ofrecer un servicio, un conocimiento o un punto de vista novedoso o por las estrategias que lleves a cabo para conseguir esa diferenciación.
   
   
2. Esperar: Si anteriormente ya ocurría con poca frecuencia, ahora aún es menos probable que las oportunidades llamen a tu puerta. Es normal que se necesite un tiempo para aceptar la nueva situación, pero cuanto más tarde la reacción, más tiempo se acumula en tu contra.
   Una de las claves para generar una buena búsqueda de empleo es establecer una estrategia de lo que vamos a hacer. No todo será efectivo pero si seguimos una planificación será más sencillo ir variando nuestras acciones según sus resultados y no ir “dando palos de ciego” que solo conseguirán aumentar nuestra frustración.
   
   
3. Pedir: Este es uno de los errores más habituales y también el que más cuesta comprender su importancia. Al dejar de ocupar un puesto de trabajo (porque las circunstancias son muy diversas y “perder un empleo” no es la expresión más adecuada) el estado anímico no suele estar en su mejor momento. Nos sentimos aturdidos, derrotados, indefensos y la autoestima no está en sus niveles más altos. Este es uno de los puntos claves por los que pedir un empleo no es la posición más adecuada.
   Con “no pedir” no me refiero a que no puedas consultar a tus amigos, compañeros o conocidos si conocen o pueden referirte a quien necesite a alguien como tú.
   Con pedir me refiero a una actitud, al hecho de que te posiciones en el mercado laboral como alguien que necesita un favor, que pide que alguien le ofrezca ese puesto de trabajo que espera.
   Es obvio que la necesidad de un empleo y sobretodo de unos ingresos es evidente pero si te posicionas como alguien que ofrece unos servicios, que posee unos conocimientos y aptitudes que alguien necesita, no sólo conseguirás que te respeten los demás sino también y más importante, que te respetes a ti mismo.
   
   
4. Repetir: Ya he comentado que copiar las mismas estrategias que sigue todo el mundo no va a dar resultados, pero tampoco los vas a conseguir si tú mismo repites tus propias estrategias una y otra vez. Sobretodo si no funcionan.
   Analizar qué estamos haciendo bien y qué puede mejorarse es básico para poder conseguir buenos resultados.
   
   
5. No arriesgar: Una de las claves para no copiar es innovar, generar nuevas estrategias y descubrir nuevos caminos. Sin embargo, si no arriesgamos difícilmente conseguimos llegar al punto que queremos. Antes de frenarte ante cualquier nueva idea, pregúntate qué puede ocurrir en el peor de los casos, qué puedes perder y qué puedes ganar. Difícilmente las consecuencias serán tan negativas como para no correr el riesgo.

Estas estrategias son sólo un punto de partida, puedes ponerlas en práctica o no, puedes estar de acuerdo o no, pero si ayudan a alguien me doy por satisfecha. Este es el riesgo que corro.

Y tú, ¿cuáles crees que son los errores más habituales en la búsqueda de empleo?

Imagen vía: Trabajo y crisis