Mata a tu currículum

19 abr 2012 0 comentarios



El currículum es un papel muerto. A pesar de que en nuestra cabeza está instaurada la necesidad de tener uno, actualizado, atractivo y con nuestra mejor foto, dispuesto a ayudarnos a conseguir el empleo que queremos, no es más que eso, una idea.
Si tratas de describirte en pocas palabras, lo más probable que sientas es una sensación de impotencia. No es fácil resumir todo lo que haces o eres en unas palabras. Un currículum es esa especie de “quiero y no puedo”, un escaparate limitado donde tratas de resumir tu vida pero que carece de sentido por sí mismo.
Sus limitaciones son mucho más importantes que sus ventajas: No demuestra los conocimientos reales, simplifica el verdadero valor de una persona a unas líneas de texto, llegando a poner prácticamente al mismo nivel de importancia el número de teléfono que los conocimientos. Y este es sólo uno ejemplo de mil limitaciones más (que seguro a ti también se te ocurren), sin embargo y frente a esto, aparece una sola ventaja, estás ahorrándole el tiempo de conocerte a tu posible empleador.
Puede parecer una herramienta de utilidad, pero ha aportado una importante despersonalización al mundo laboral que a día de hoy aún seguimos pagando.

¿Qué es realmente un currículum?

Es una escaparate: La elaboración del currículum se ha convertido casi en una obsesión sin sentido, llegando al punto de acabar planificando nuestra vida según va a quedar y no al revés. Olvidamos nuestros verdaderos intereses y acumulamos títulos como simples líneas, y lo que es peor sólo por el hecho de que estén ahí. Para conseguir dedicarse a algo hace falta empeño y conocimiento, pero todas estas cosas difícilmente pueden quedar reflejadas en un papel.

Es una barrera: Otro de los grandes errores que rodean a la figura del currículum es que es una herramienta que ayuda a abrirse puertas. Sin embargo, quizás debemos comenzar a verlo como una barrera, un punto de bloqueo, que nos frena antes de llegar a nuestro objetivo.

Es una transacción: La entrega del currículum es un mero trámite. Algo así como un ritual que debe cumplirse para llevar a cabo una búsqueda de empleo o una búsqueda de empleado, pero ambas partes saben de antemano que el resultado no será el esperado. Es un intercambio desigual, una relación de poder en que alguien (o muchos alguienes) trata de conseguir algo de otro que no va a recibir fácilmente. Es una batalla prácticamente perdida de antemano, pero que se libra cada día porque se “debe” hacer.

Es una carrera: La búsqueda de empleo se convierte en una lucha desleal por ser el primero en dejar el currículum sobre la mesa, pensando así que tendrá más probabilidades de ser leído, de captar la atención y de tener una posibilidad (al menos real).

¿Cuál es la alternativa?

A día de hoy debemos plantearnos la posibilidad de saltar esta barrera y llevar a cabo estrategias alternativas que realmente tengan utilidad y vuelvan a personificar la búsqueda de empleo. Estrategias que ayuden a valorarte por lo que sabes hacer, por tus capacidades, por lo que te diferencia y no por la disposición de unas líneas sobre el papel.
¿No sabes qué hacer? Si buscas mejorar tu formación y poder llevar a la práctica lo que aprendas, prueba a valorar otras tipos de formación no oficial. Si en tu caso, te has lanzado a la búsqueda de empleo, te recomiendo no cometer estos 5 errores.

Uno de los cambios más importantes que deben llevarse a cabo para acabar con el obsoleto currículum es un profundo cambio de mentalidad, y en este caso no es sólo la tuya, pero es un buen principio.
Y ya sabes, mata a tu currículum.

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