Cada día más y más
empresas comienzan a ser conscientes de la importancia de su
presencia en social media ya no por objetivos puramente
comerciales, si no también por disponer de una plataforma en la que
tener voz propia.
Sin embargo, aún queda
mucho camino por hacer, ya que si bien empiezan a estar concienciados
de su necesidad, no siempre siguen una estrategia adecuada.
A menudo, querer ver
resultados (y cuanto más inmediatos mejor) acaba reduciendo el éxito
o fracaso de una campaña en social media a simple números sin
valor.
¿Por qué las
estrategias basadas en ganar fans no funcionan?
Cuando vemos a nuestros
potenciales clientes como números estamos perdiendo el valor propio
de las redes sociales. Es obvio que a todo el mundo le gustaría
tener un público amplio al cual difundir nuestros mensajes, sin
embargo ¿estás seguro de que tus fans son tu audiencia?
Las estrategias basadas
en ganar fans se centran en aumentar exponencialmente el número que
aparecerá al lado de “Me gusta”, “Seguir”, “Follow” o su
equivalente según a qué red nos refiramos. Pero en este caso y más
que nunca, cantidad no es sinónimo de calidad.
Es necesario comenzar a
comprender o hacer entender (ya seamos los encargados de llevarlo por
otros o seamos la propia empresa) que a pesar de que podamos llevar a
cabo tácticas para ganar fans rápidamente el resultado a medio y
largo plazo será más negativo que si no tuviéramos ninguno.
Porque, ¿cuál sería
la imagen de una marca para su público si supiera que compra fans?
Sí, comprar, porque es
posible pedirlos a la carta como si fueran un menú. Sin moverse del
sillón con unos pocos clics y una tarjeta de crédito (con no muchos
euros) es posible comprar fans que en unos días serán entregados
cómodamente en tu perfil. Realmente, ¿tiene esto algún valor?
Si una estrategia en
redes sociales queda reducida a una cantidad vacía, el resultado
final que estaremos consiguiendo será igualmente vacío.
Una estrategia en
social media debe basarse en el diálogo. Por primera vez,
tenemos una vía de comunicación directa con el consumidor final,
podemos hablar de tú a tú. Si reducimos todo ese potencial a la
cantidad de seguidores que tenemos, sin contenido alguno detrás,
independientemente de lo que interactúen a partir de ahí con
nosotros, estaremos no sólo no ganando clientes sino perdiéndolos.
Si establecemos un diálogo real con nuestros llamados seguidores, no
ofreceremos una imagen de una marca que busca el trato directo y el
interés por aquellos que les siguen. Sin una inversión real en
contenido y un afán de comunicarse, la presencia en redes sociales
carece de interés para tu audiencia.
Conseguir concienciar de
la importancia de la calidad de la audiencia y de establecer una
estrategia a medio y largo plazo será uno de los grandes retos de
cara a la integración de los perfiles corporativos en redes
sociales.
Las estrategias basada en
el diálogo y la aportación de contenido de interés serán las
claves para conseguir el tan ansiado engagement o vinculación con
la marca, que harán de nuestros seguidores un verdadero público
potencial dispuesto a escucharnos y dialogar con nosotros y
conseguiremos que depositen su confianza en nosotros.
Y tú, ¿aún le pones
precio a tus fans de Facebook?
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